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Poemas cortos para dedicar a mi madre

    Hay amores que no caben en un poema, pero aún así lo intentamos. El amor de una madre es uno de ellos: inmenso, silencioso y eterno. Hoy, las palabras se arrodillan ante ese corazón que nos enseñó a amar antes de saber hablar.

    En este post, encontrarás versos que no pretenden explicarlo, sino sentirlo, honrarlo, y, sobre todo, agradecerlo. Porque una madre es poesía escrita con el alma:

    5. Madre, llévame a la cama, de Miguel de Unamuno

    Madre, llévame a la cama.
    Madre, llévame a la cama,
    que no me tengo en pie.
    Ven, hijo, Dios te bendiga
    y no te dejes caer.

    No te vayas de mi lado,
    cántame el cantar aquel.
    Me lo cantaba mi madre;
    de mocita lo olvidé,
    cuando te apreté a mis pechos
    contigo lo recordé.

    ¿Qué dice el cantar, mi madre,
    qué dice el cantar aquel?
    No dice, hijo mío, reza,
    reza palabras de miel;
    reza palabras de ensueño
    que nada dicen sin él.

    ¿Estás aquí, madre mía?
    Porque no te logro ver…
    Estoy aquí, con tu sueño;
    duerme, hijo mío, con fe.

    Poemas cortos para dedicar a mi madre

    4. Caricia, Gabriela Mistral

    Madre, madre, tú me besas,
    pero yo te beso más,
    y el enjambre de mis besos
    no te deja ni mirar…

    Si la abeja se entra al lirio,
    no se siente su aletear.
    Cuando escondes a tu hijito
    ni se le oye respirar…

    Yo te miro, yo te miro
    sin cansarme de mirar,
    y qué lindo niño veo
    a tus ojos asomar…

    El estanque copia todo
    lo que tú mirando estás;
    pero tú en las niñas tienes
    a tu hijo y nada más.

    Los ojitos que me diste
    me los tengo de gastar
    en seguirte por los valles,
    por el cielo y por el mar…

    Poemas cortos para dedicar a mi madre

    3. Doña Luz, Jaime Sabines

    Lloverás en el tiempo de lluvia,
    harás calor en el verano,
    harás frío en el atardecer.
    Volverás a morir otras mil veces.

    Florecerás cuando todo florezca.
    No eres nada, nadie, madre.

    De nosotros quedará la misma huella,
    la semilla del viento en el agua,
    el esqueleto de las hojas en la tierra.
    Sobre las rocas, el tatuaje de las sombras,
    en el corazón de los árboles la palabra amor.

    No somos nada, nadie, madre.
    Es inútil vivir
    pero es más inútil morir.

    Poemas cortos para dedicar a mi madre

    2. Dulzura de Gabriela Mistral

    Madrecita mía,
    madrecita tierna,
    déjame decirte
    dulzuras extremas.

    Es tuyo mi cuerpo
    que juntaste en ramo,
    deja revolverlo
    sobre tu regazo.

    Juega tú a ser hoja
    y yo a ser rocío,
    y en tus brazos locos
    tenme suspendido.

    Madrecita mía,
    todito mi mundo,
    déjame decirte
    los cariños sumos.

    Poemas cortos para dedicar a mi madre

    1. Enseñarás, Madre Teresa de Calcuta

    Enseñarás a volar…
    pero no volarán tu vuelo
    Enseñarás a soñar…
    pero no soñarán tus sueños.
    Enseñarás a vivir…
    pero no vivirán tu vida
    Enseñarás a cantar…
    pero no cantarán tu canción
    Enseñarás a pensar…
    pero no pensarán como tú
    Pero sabrás
    que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
    vivan, canten y piensen
    ¡Estará en ellos la semilla
    del camino enseñado y aprendido!

    Poemas cortos para dedicar a mi madre

    Bonus: ‘Hay un lugar en el mundo’ de Alda Merini

    Hay un lugar en el mundo donde el corazón late rápido,

    donde te quedas sin aliento por la emoción que sientes,

    donde el tiempo se detiene y ya no tienes edad.

    Ese lugar está en tus brazos donde tu corazón no envejece,

    mientras que tu mente nunca deja de soñar.

    Sin duda dedicarle un poema a tu madre es la mejor forma de comunicarle todo lo que sientes.

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